Nuestra Historia
En 1948, vinieron del Monasterio de Einsiedlen, Suiza, los 12 monjes fundadores del Monasterio Benedictino Santa María de Los Toldos. En 1959 nace el ahora llamado “Quesos Abadía Los Toldos”. Fue la idea de un monje joven y dinámico, llamado P. José Felber, prior en ese momento del Monasterio.
San Benito en su regla escribe a los monjes: «Si es posible, debe construirse el monasterio de modo que tenga todo lo necesario, esto es, agua, molino, huerta, y que las diversas artes se ejerzan dentro del monasterio» (RB 66). Quiere decir, tener todo lo necesario para la vida cotidiana, sin olvidar el compromiso con el prójimo. El emprendimiento quesero posibilitó dar trabajo no solo a los monjes, sustentarlos, sino al mismo tiempo, ofrecer trabajo. Así se formó una familia grande, la comunidad de monjes y los empleados con su familia.
Por mucho tiempo se pensó que la receta de nuestro queso provenía de una fórmula secreta traída de Suiza. Lo cierto es que contábamos con los antecedentes y conocimiento de “Los Holandeses”, la familia Doeswijk. Poco a poco, con los éxitos y fracasos se fue consolidando la técnica y el conocimiento: manejo de fermentos, estudio de la acidez de la leche, calidad de los pastos, atención de los terneros, etc. Todo se fue aprendiendo.
Tuvimos la invalorable ayuda de Don Rubén Martínez, capataz general, del Negro Walker al frente de la fábrica, quien luego sería acompañado por Miguel Deghenhardt, que lo sucedería al frente de la fábrica. Debemos reconocer a todas aquellas personas que de alguna forma ayudaron al crecimiento de la empresa en todos estos años.
Nuestros Valores
Nuestros valores se encuentran fundados en transmitir la pasión de cada integrante del proceso productivo, para que encuentres un quesito con la mística Benedictina. El acompañamiento del Monasterio, permite que se generen fuentes de trabajo dentro de un ambiente, donde lo primero que se tiene en cuenta son las personas.
Las exigencias de calidad, algo que siempre estuvo presente, llevó a la construcción de un tambo y una fábrica nueva, con la consiguiente modernización del equipamiento. El perfeccionamiento en métodos de elaboración ha posibilitado incorporar nuevas variedades. La pequeña fábrica comenzó elaborando quesos Gouda y Sardo. Continuó con la incorporación de queso Gouda Saborizado, Queso Barra (Tybo) y estamos incursionando en el Gouda Sin Sal y Parmesano.
El arte de elaborar quesos y el arte de rezar se combinan en los productos que con cariño elabora el Monasterio Benedictino de Los Toldos. Si bien hemos incorporado equipamiento moderno, tenemos como meta no perder el hacer Queso al Estilo Artesanal.
La belleza y la armonía de la creación de Dios, que a través de la colaboración de la tierra con sus verdes pastos, gracias al sol y a la lluvia, las vacas transforman en la leche, a la cual el tesón del ser humano, transforma en exquisitos quesos, reflejan el infinito amor del Creador hacia el ser humano.

