Vida Monástica
La vida monástica benedictina llega a Los Toldos de la mano de los monjes, que vinieron desde Suiza para implantarla en esta región. Ellos fueron el nexo de unión, por decirlo de alguna forma, entre san Benito y esta realidad actual que es el Monasterio Santa María de Los Toldos.
Desde el siglo X hasta nuestros días nunca faltó la vida monástica en la Abadía de Einsiedeln. La Abadía de Einsiedeln, en Suiza, tenía más de 200 monjes profesos en 1938, razón por la cual pensaron en hacer una nueva fundación.
Providencialmente el nuncio apostólico mons. José Fietta visitó Einsiedeln, manifestando su deseo de tener una “abadía semejante” en Argentina. El p. Benno Gut le explicó que era una posibilidad que estaban buscando desde hacía años. El nuncio recordó entonces a una dama amiga, Doña María Marenco de Sánchez Díaz y una capilla que él había bendecido, en la pampa argentina en un lugar llamado Los Toldos. El lugar era llamado estancia “La Ciudadela” de Los Toldos, en el partido de Gral. Viamonte.
Nuestra tradición
El 2 de enero de 1948 en el monasterio de Einsiedeln, en reunión capitular, se decidió finalmente aprobar la fundación. En la Pascua de 1948 partieron los 12 monjes elegidos para Argentina, previo paso por Roma donde fueron recibidos y bendecidos por el Papa Pio XII, para embarcarse el 8 de abril en Génova, y llegar el 28 del mismo mes a Buenos Aires.
Tras una peregrinación al santuario de Luján, el 3 de mayo de 1948 viajaban en tren a “la tierra prometida” arribando a Los Toldos, donde los esperaban el párroco del pueblo, p. Benito Kaufmann y el mayordomo de la estancia “La Ciudadela”. Quedando instituido el 3 de mayo de 1948 como día de la fundación “a las 4 y 10 de la tarde”, se inicia un proceso de adaptación cultural, al idioma e idiosincrasia de esta tierra argentina. Sería una comunidad dependiente de Einsiedeln hasta 1968.
Doña María donaría 725 hectáreas y la suma de dinero necesaria para la construcción del monasterio que comenzó a construirse. Encontraron los fundadores la capilla y unas pocas dependencias que fueron construidas antes que llegaran. El 21 de marzo de 1950 se inauguró la Escuela Agrícola Benedictina.
El día 7 de abril de 1951, con la presencia del abad Benno Gut, quien viajó desde Suiza para el acontecimiento, fue bendecido el monasterio. En 1959 el p. José Felber fue nombrado Prior. Novedad importante fue la instalación de un tambo modelo con fábrica de queso anexa. Ese mismo año el monasterio obtuvo la independencia jurídica, dejando entonces de pertenecer a Einsiedeln. El primer prior argentino fue el p. Pedro Alurralde. El 28 de junio de 1980 se erige al priorato en abadía, siendo electo primer abad el p. Mamerto.
La tradición iniciada por san Benito en Montecassino hace 1500 años nos inspira e impulsa.

